Yemen ocupa actualmente el puesto 167º mundial en cuanto a libertad de prensa, lo que le coloca entre los países que menos protegen este derecho universal que tienen todos los medios de comunicación de informar sin ningún tipo de limitaciones o coacciones, como la censura previa, el acoso o el hostigamiento.
La realidad del periodismo en Yemen no es muy distinta a la de otros países del Medio Oriente. La libertad de prensa está bajo amenaza constante y desde varios sectores. Los periodistas se enfrentan a la presión del gobierno, partidarios de la oposición, rebeldes y conservadores religiosos. Las agresiones y hostigamientos están a la orden del día. Sin embargo, esto no es algo se haya sucedido recientemente a causa de la revolución yemení y el estado de guerra, sino que, si bien en 2010 ocupaba el puesto 170º y hubiera habido una ligerísima mejoría, esto ha sido así en Yemen desde que existe como Estado moderno. Ya antes de la Primavera Árabe el gobierno tenía el monopolio de la televisión y los periódicos y la capacidad de censurar ciertos contenidos
Amnistía Internacional ha advertido numerosas veces al país en situación de guerra debido a la continua detención y tortura de periodistas contrarios a los regímenes que operan, siendo un claro ejemplo la detención arbitraria de 10 periodistas que llevan presos desde 2015 por parte de las autoridades de facto hutíes, y hace unos pocos meses (noviembre de 2020) salió a la luz que habían sido sentenciados a muerte sin un juicio justo.
Los datos desde que estallara el conflicto son aterradores: 24 organizaciones de medios de comunicación han sido capturadas, 26 canales de televisión y agencias periodísticas fueron cerradas. Según el ACNUDH, se documentaron 357 violaciones y abusos contra los derechos humanos contra periodistas, incluyendo 184 detenciones y detenciones, 28 asesinatos, 45 asaltos, 2 desapariciones forzadas y un secuestro.
Escrito por Raúl Assaad Álvarez
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