El presidente de los EEUU confirmó el pasado 12 de febrero, mediante su Secretario de Estado, la retirada de la lista estadounidense de grupos terroristas a los rebeldes hutíes de Yemen, con el objetivo de no bloquear las ayudas hacia el país en conflicto y con la mayor crisis humanitaria en el planeta
En un revés a una de las acciones tomadas por el expresidente Donald Trump, Joe Biden retira de la lista de grupos terroristas a los hutíes de Yemen.
El secretario de Estado, Anthony Blinken, anunció que se tomó la decisión para no entorpecer el acceso a las ayudas de la población del país atrapado en una guerra y en la mayor crisis humanitaria del mundo según la ONU, pues alrededor del 80 % de los habitantes necesita de algún tipo de asistencia para cubrir sus necesidades básicas.
“A partir del 16 de febrero, revoco las designaciones terroristas impuestas a los rebeldes huties. Debemos entregar asistencia humanitaria e importaciones comerciales a Yemen. Seguimos enfocados en la actividad maligna de Ansarallah (nombre formal de los rebeldes huties) y estamos identificando objetivos adicionales para la designación”, dijo Anthony Blinken, que añadió «Esta decisión es un reconocimiento de la nefasta situación humanitaria en Yemen (…) Hemos escuchado advertencias de la ONU, grupos humanitarios y miembros de los dos partidos en el Congreso, entre otros, de que las designaciones (como grupo terrorista) podrían tener un impacto devastador en el acceso de los yemeníes a productos básicos”
Los críticos de la medida tomada por Trump en su último día como presidente, señalaron que estuvo motivada por castigar a Irán, país que respalda a los hutíes y que vivió una fuerte tensión con el exmandatario.
Washington aclaró «No es que estemos poniendo nuestra confianza o nuestra fe en los hutíes», afirmó Blinken.
Los líderes del movimiento seguirán sancionados por Estados Unidos «por actos que amenazan la paz, la seguridad y la estabilidad del Yemen».
La Administración seguirá vigilando las actividades de los rebeldes, por lo que podrían recibir nuevas sanciones, «especialmente los responsables de ataques con explosivos contra embarcaciones comerciales en el mar Rojo, y de ataques con misiles y drones en Arabia Saudita».

La guerra en este país enfrenta al movimiento hutí, apoyado por Irán, contra el Gobierno de Yemen desde 2014, cuando los rebeldes se apoderaron de varias regiones, incluida Saná, la capital. Desde entonces, Adén pasó a ser la capital temporal de la nación.
El Gobierno yemení reconocido internacionalmente, y respaldado por Arabia Saudita, se encuentra en el exilio en Riad. Desde 2015 los sauditas lideran una coalición militar contra los insurgentes de Yemen.
Recientemente, Biden anunció que suspende el apoyo de Estados Unidos a esa coalición en la que participa desde hace cerca de cinco años.
ESCRITO POR RAÚL ASSAAD ÁLVAREZ